Decir no es simple, pero no siempre fácil para la mayoría de la gente. He determinado que tú debes tener una sistemática, filosóficamente-basada aproximación para decir no. Yo recomiendo tres pasos:
1. CONOCE CUÁLES SON TUS METAS Y PRIORIDADES.
Si tienes un plan para administrar tu trabajo y tiempo, es más fácil decir no a nuevas actividades que no caben en tu agenda. Nosotros tenemos un dicho en uno de nuestros programas que dice, “Una persona que no tiene metas es usada por alguien que sí tiene.”
Sé claro en cuáles son tus prioridades. Qué estás tratando de alcanzar al momento y para cuándo? Cómo puedes enfocar tu energía en cosas que se moverán hacia esas metas? Tú tienes que ser un tanto inflexible. Un trabajo u oportunidad puede ser una distracción. Sólo deja que tus metas se vuelvan tu boleto a la realidad.
Para alcanzar estas metas, tú necesitas fijar prioridades y seguir con ellas. Entonces serás capaz de discernir mejor si las oportunidades son importantes para ti en este momento de tu vida.
Todo buen desempeño comienza con metas claras. Sin metas claras pronto serás una víctima de demasiados compromisos. No tendrás marco de trabajo en donde tomar decisiones acerca de dónde deberías o no deberías enfocar tu energía. Soy mucho mejor diciendo no cuando estoy claro acerca de cuál es mi enfoque y mis metas.
2. SE REALISTA ACERCA DE LAS CONSECUENCIAS DE HACER UNA COSA MÁS.
Esto es para ti mismo así como para la persona que quiere tu tiempo. He encontrado que la mejor aproximación es ser honesto y directo. Por ejemplo, puedes decir, “Si yo hago esto, no podré hacer las otras cosas a las cuales me he comprometido,” o, “Con las actividades que tengo ahora, estoy seguro de que no haré un buen trabajo como me gustaría y ambos estaremos decepcionados.”
Cuando una nueva oportunidad viene a mi camino a menudo hago un cumplido acerca de la idea (si siento que tiene mérito) y entonces digo, “elijo no involucrarme.”
He encontrado que esta es una poderosa aproximación. Estoy sorprendido de que cuando la uso la gente no dice, “Bueno, por qué no puede hacerlo?” Ellos simplemente lo aceptan y dicen, “Gracias.”
3. OFRECE ALTERNATIVAS Y SOLUCIONES.
Sugiérele a alguien más que sientas que puede hacer un mejor trabajo o que esté disponible antes para trabajar en la tarea. Si la petición es de un jefe, sugiere un proyecto o prioridad que estés haciendo que podría ser abandonado, retrasado, o dado a alguien más, o pregúntale a él o ella que sugiera un plan alternativo.
La aproximación que uses, por supuesto, depende de quién esté solicitando tu compromiso, de lo que la tarea o proyecto sea, y del marco de tiempo involucrado. Una petición de tu jefe involucrará más consideración y discusión que una petición de un asociado o alguien que no conoces.
En una investigación hecha por Charles Garfield sobre gestores de punta muestra que ellos se enfocan solamente en unas pocas cosas al mismo tiempo. Peter Drucker asevera que las únicas personas que realmente consiguen terminar alguna cosa son monomaníacos–gente que se enfoca intensamente en una cosa a la vez. Mientras más aceptes, más grande la posibilidad de que perderás efectividad no solamente en terminar la tarea, sino muy probablemente en todos los aspectos de tu vida.
Mantén en mente que cuando dices no, no les estás diciendo no a ellos, solamente a su propuesta. Existe sólo una persona que puede rechazar a esa persona y son ellos mismos. Eleanor Roosevelt dijo, “Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu permiso.”
Por Ken Blanchard
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