Esto es una página web.
No hay mucho aquí.
Sólo palabras.
Y tú las estás leyendo.
Nos hemos obsesionado con diseños elegantes, diseños responsivos, y secuencias de comando que hacen cosas mágicas
Pero la herramienta más poderosa en la web sigue siendo las palabras.
Escribí estas palabras, y las estás leyendo: eso es mágico
Estoy en una pequeña ciudad en British Columbia; tu estás probablemente en algún otro lugar. Escribí esto temprano en la mañana, el 20 de junio de 2013, probablemente lo estés leyendo en otro momento. Yo escribí esto en mi computadora portátil, podrías estar leyéndolo esto en el teléfono, una tableta o una computadora de escritorio.
Tú y yo hemos sido capaces de conectarnos porque escribí esto y lo estás leyendo. Esta es la web. A pesar de nuestros diferentes lugares, dispositivos y zonas horarias podemos conectarnos aquí, en una página HTML simple.
Escribí esto en un editor de texto. Son unos 4KB. No necesité un Sistema de Gestión de Contenidos, un disñador gráfico o un desarrollador de software. En absoluto no hay mucho código en esta página, sólo marcado simple para los párrafos, la jerarquía, y el énfasis.
Recuerdo haber enseñado a mi hija a escribir código HTML cuando tenía 8 años. Lo primero que escribió fue una historia sobre una ardilla (historia en inglés). Ella no estaba “escribiendo HTML”, ella estaba compartiendo algo con el mundo. Ella no podía creer que ella podría escribir una historia en nuestra computadora de la casa, y luego publicarla para que el mundo la viera. No le importaba HTML, lo que le importaba era compartir sus historias.
Aun sigues leyendo.
Piensa en todas las cosas que podrías comunicar con una página simple como esta. Si eres una persona de negocios, podrías vender algo. Si eres un maestro, podrías enseñar algo. Si eres un artista, podrías mostrar algo que has hecho. Y si tus palabras son buenas, la gente las leerá.
Si eres un diseñador web o un cliente el cual trabaja con uno, me gustaría desafiarlos a pensar en las palabras primero. En lugar de comenzar con una guía de estilos o una maqueta en Photoshop, comienza una página con palabras.
¿Qué tienes que decir? Si no lo sabes, no hay mucho uso en añadir toda esa otra basura. Comienza con una sola página, con un solo enfoque. Escríbela y publícala, y luego repite en esa parte. Cada vez que estás a punto de añadir algo, pregúntate a ti mismo: ¿Me ayuda esto a comunicarme mejor? ¿Será el estilo adicional, imagen o hipervínculo de ayuda para que la audiencia comprenda mejor? Si la respuesta es “no”, no lo agregues.
En el fondo, el diseño web debe ser basado en palabras. Las palabras no vienen después que el diseño está finalizado. Las palabras son el comienzo, el núcleo, el foco.
Comienza con palabras.
Saludos,
Justin Jackson
@mijustin
I’m writing a book on building and launching things on the web; you can find out more here.
This post was originally inspired by Jason Fried’s design of Know Your Company.
Thanks to Ramón García-Pérez for this translation. English version here.
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